Durante el proceso de diseño y planificación de cocinas, es necesario que el arquitecto conozca la utilidad que va a tener la misma para asegurarse que el resultado sea funcional, a la vez que estéticamente atractivo. Una cocina es un espacio fundamental e importante a la hora de definir cualquier proyecto. Partiendo de la base de que es una zona en la que se desarrollan diferentes tareas en distintas áreas y los flujos que existen entre ellas, es necesario que se integren a la perfección para respetar la armonía del diseño.
Para diseñar y planificar correctamente una cocina, es necesario optimizar el rendimiento y reducir al mínimo los costes de fabricación de las diferentes piezas, para lo cual, se deben establecer las medidas de todos los componentes antes de definir el espacio en donde se ubicarán los mismos.
Zonas de trabajo y flujo
De forma general, podríamos definir 5 zonas de trabajo en cualquier cocina:
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- Zona de despensa: frigorífico y despensa para almacenar alimentos que no requieren de frío
- Zona de almacenamiento: electrodomésticos y utensilios de cocina
- Zona del fregadero: fregadero y zona de limpieza
- Zona de preparación: espacio amplio en la encimera para trabajar
- Zona de cocción: fogones y horno.
Estas zonas están estrechamente relacionadas y juegan un papel fundamental a la hora de desempeñar las tareas diarias en la cocina, ya que sin una correcta distribución, se resta funcionalidad al conjunto. Si trazamos unas lineas imaginarias entre las zonas de almacenamiento, fregadero y cocción, tendremos el recorrido típico que se realiza durante la preparación de cualquier comida y de cuya triangulación dependerá el tipo de cocina que obtendremos y que veremos a continuación.
Tipos de cocina
Atendiendo al triángulo de trabajo, las configuraciones de cocina más populares son:
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- Lineal (o dos líneas paralelas)
- En forma de L
- En forma de U
Independientemente de la distribución que se tenga en una cocina, el triángulo de trabajo que diseñamos, debe dar como resultado un movimiento fluido. Definiendo un buen triángulo de trabajo se evitan los movimientos cruzados, que dificultan la maniobrabilidad y la comodidad en las tareas de la cocina.
Modulación
En fases tempranas del diseño de cualquier cocina que se vaya a poner en marcha, es importante no olvidar que la composición del mobiliario de cocina sigue una lógica de fabricación, por lo que hay que tener bien definido qué muebles y electrodomésticos queremos en la cocina, para que luego no existan interrupciones o retrasos durante la fase de su fabricación.
Por lo tanto, en los planos deben quedar perfectamente definidos tanto la distribución de módulos superiores e inferiores, así como aquellos módulos que servirán para electrodomésticos empotrados u ocultos y por supuesto, si llevarán por ejemplo, luminarias en los armarios superiores.
De forma general, un módulo se compone de los siguientes elementos:
- Módulo inferior: base + una parte trasera + dos laterales + una cubierta + zócalo + uno/dos estantes + una/dos puertas + barras de sujeción
- Módulo superior: base + una parte trasera + dos laterales + un techo + uno/dos estantes + una/dos puertas + barras de sujeción
- Módulo Torre: base + una parte trasera + dos laterales + una parte superior + zócalo + serie de estantes + puertas
Para evitar problemas, la modulación debe hacerse de tal manera que se tenga en cuenta previamente, por donde discurren las instalaciones de fontanería y electricidad que serán necesarias para la instalación de horno, lavavajillas o lavadora que deberán de forma correcta y conforme a la normativa vigente que establece la distancia mínima, que debe existir entre zonas húmedas y de zonas de altas temperaturas.
Por último, durante el proceso de diseño y planificación de cocinas, un consejo es no forzar la simetría entre armarios inferiores y superiores ya que esto puede dejar módulos de distinto tamaño. Es mejor optar por dimensiones estandarizadas y que se repitan lo más posible para facilitar su fabricación, reducir los costes y conseguir un proyecto factible.
Medidas estándar
Las medidas de los módulos vienen siempre definidas por los electrodomésticos y, en algunos casos, por los herrajes disponibles en el mercado.
- Ancho
Los anchos de los módulos son variables y dependen del uso que vaya a darse a cada módulo. Por lo general, los hay pequeños de 24cm hasta grandes de 120cm. Todas las medidas se consideran de borde exterior a borde exterior del módulo.
Por ejemplo, si se trata de horno, placa de cocción o extractor, lo ideal será instalar un módulo de 60cm. Estos electrodomésticos miden un poco menos de esa medida lo que les asegura que encajarán a la perfección en el hueco del módulo. En el caso del fregadero, ya sea instalado por encima o por debajo de la encimera, se pueden instalar módulos de 90cm. No importa si la sección del fregadero se apoya en uno o más módulos si se monta por encima de la encimera.
Los herrajes también influyen en la anchura de un módulo por lo que hay que tener en cuenta las bisagras de los módulos con puertas y las guías correderas de los cajones. Hay otros tipos de accesorios que pueden hacer que una cocina parezca más elegante, como los especieros, los organizadores, los escurreplatos que vienen adaptados también a las medidas estándar.
- Fondo
Los módulos inferiores tienen una profundidad estándar de 60 cm. Esta medida tiene en cuenta que los laterales tienen un ancho de 58cm mas otros 1,8cm por el ancho de la puerta. La medida de la encimera debe ser siempre superior a estos 60cm para que en caso de derrames, no gotee los armarios y cajones inferiores.
Los módulos superiores tienen una producida aproximadamente de 33 cm y dependerá del uso que vayan a tener.
Para las torres, se recomienda utilizar la misma profundidad que un módulo inferior, es decir, 60cm ya que el diseño puede incluir un horno o frigorífico. Es importante tener en cuenta que el horno necesita un espacio de unos 10cm por encima disipar el calor y que se libere en la parte posterior aunque actualmente hay hornos que no lo necesitan por lo que recomendamos leer bien las especificaciones del fabricante.
- Altura
Para los módulos inferiores, la altura suele ser de 78 y 81 cm de suelo a encimera. Los módulos nunca deben estar en contacto directo con el suelo debido a la humedad, por lo que será necesario contar con patas de entre 10cm y 15cm. Existen en el mercado una serie de patas regulables que permiten ajustar los suelos que no están 100% nivelados.
Luego y a modo de embellecedor, se puede cerrar el espacio con un zócalo apoyados al suelo. La colocación del zócalo no es obligatoria pero ayuda no solo a que el diseño sea más vistoso sino que también evita que se acumule suciedad debajo de los muebles.
En el caso de los módulos superiores, como se anclan a la pared, deben colocarse a una altura de entre 140-150cm con respecto al suelo. Esta medida viene dada por la profundidad del módulo base. Cuanto menor sea su profundidad, mayor debe ser la altura para los módulos superiores. De esta manera, se crea un zona de trabajo en la que el módulo superior no resulta un obstáculo. Es importante tener en cuenta las recomendaciones del extractor de aire, ya que cada uno tiene un volumen de extracción de aire que depende de la distancia a la encimera.
Materiales
Al igual que los módulos y electrodomésticos, existen muchos productos y materiales que poseen un tamaño estándar y su conocimiento resulta esencial para obtener el mejor rendimiento posible del diseño y planificación de cocinas.
- Estanterías y puertas
El laminado Tecnolam o Synchroface son los principales material utilizado para la fabricación de armarios de cocina, tanto para estanterías como para puertas. Tienen una una apariencia moderna, muy buena resistencia y durabilidad. Además se limpia y mantiene fácilmente y su precio es asequible. La estructura del armario puede fabricarse con tableros resistentes al agua e hidrófugos de 15 o 18 mm de grosor, mientras que para las puertas la medida recomendada es de 12, 20 o 23 mm de grosor de modo que sea suficiente para hacer los agujeros para las bisagras. Por último, si se quiere prolongar la vida de una cocina, puede hacerse un diseño que permita en un futuro, cambiar sólo las puertas manteniendo la estructura.
- Encimeras
En cuanto a materiales disponibles para encimeras podemos decir que los más populares son:
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- Silestone o Dekton: generalmente con materiales de piedra natural y con derivados de un compuesto como el acrílico.
- Piedra Natural: los tipos más utilizados son el cuarzo, el granito y el mármol
Las tendencias actuales apuntan a que las encimeras sean lo más finas posible, por lo que las piedras y los productos acrílicos con grosores de 0,8 cm a 1,5 cm.
- Zócalos
En esta parte del armario, lo mejor es contar con un producto con mayor resistencia a la humedad, como el contrachapado recubierto de laminado. Otra opción es añadir accesorios de metal o plástico fabricados por ferreterías.
Módulos o piezas ajustables
Dado que la realidad no siempre se asemeja al plano, cuando un mueble de cocina se instale entre dos paredes que no tienen escuadra recta, es recomendable dejar un espacio adicional de entre 5-10cm.
Estos espacios libres pueden solucionarse mediante el uso de piezas ajustables y depende de cómo se haya diseñado la cocina desde el principio. Por ejemplo, cuando se diseña una cocina, se puede añadir 5 cm al espacio definido al frigorífico, para evitar el uso de piezas ajustables. Otro ejemplo sería, una cocina en forma de L que para ajustarse bien todos los espacios, se debe fabricar un módulo esquinero. El módulo se deja separado de la pared lateral unos 20 cm y así, una vez construido, si es menor de lo proyectado, serán sólo esos 20 cm de holgura los que marquen la diferencia. Todos estos espacios vacíos quedarán ocultos por la encimera.
Últimas tendencias
A día de hoy, son innumerables las opciones disponibles para los acabados de las cocinas. La combinación de colores y formas está disponible en casi cualquier material deseado. Por tanto, es importante saber interpretar los gustos del cliente para poder satisfacer las necesidades de estilo y diseño, que mejor se adapten a su cocina. A continuación, resumimos las tendencias que mejor acogida están teniendo:
- Encimeras finas: ya no se llevan las encimeras gruesas o dobles.
- Tiradores empotrados: le dan un toque minimalista al conjunto y se consiguen puertas pulidas. Son tendencia los tiradores rectos que se sitúan en el borde de la puerta o sistemas automáticos que abren la puerta al pulsarlos.
- Iluminación: el uso de luces LED incorporadas a los armarios para una solución integral
- Diseño: Ya no se lleva el blanco, ahora triunfan las vetas, texturas y apariencia de madera natural y con variedad de colores.
Recomendaciones
- Protectores de tornillos: Mediante la colocación de tacos de madera, se mejora la apariencia a pesar de que sea un proceso más lento y costoso.
- Distanciar la encimera del mueble: Hay que dejar un espacio lo suficientemente grande para que sea fácil de limpiar. Los espacios reducidos suponen un mayor desgaste del mueble por el uso productos de limpieza
- Zócalos resistentes: Debido a que deben presentar buena resistencia a la humedad, se recomienda no utilizar la misma melamina que los armarios, ya que no tendrá el mismo uso de por vida a nivel de suelo.
- Herrajes de calidad: Su vida se mide en ciclos y hay variaciones sustanciales entre los herrajes de baja y alta calidad. Una buena bisagra determina que la puerta del armario se caiga o no.
- Muebles sin tiradores: Hay que aplicar un orden lógico para la apertura de las puertas. Lo ideal es utilizar módulos de doble puerta y si hay espacio para un módulo con una sola puerta, ponerlo en la esquina.